Cada acción genera una fuerza de energía que regresa a nosotros de igual manera. Cosechamos lo que sembramos. La ley del karma es acción y consecuencia de esa acción. Es causa y efecto al mismo tiempo.
Los seres humanos gozamos de libre albedrío y hay decisiones que las tomamos conscientemente y otras a nivel inconsciente. Entonces es importante ser conscientes de las decisiones que tomamos en todo momento. Cuando tomamos decisiones inconscientemente no evaluamos todas las opciones, no nos damos cuenta que tenemos un abanico de opciones.
Somos co-creadores de la realidad. Lo que nos sucede lo vamos creando a través de nuestras decisiones y a través de decisiones de nuestro entorno. Yo puedo insultar o halagar a alguien. Esta persona puede decidir ofenderse o no ofenderse por el insulto. O aceptar el halago o no.
Muchas veces funcionamos con pensamientos automáticos, son esos pensamientos en los que no evaluás. Si no que respondés con un reflejo condicionado.
Ante un estímulo, respondemos siempre de la misma manera. Respondemos de manera repetitiva y predecible a los estímulos de nuestro medio ambiente. Nuestras reacciones, son provocadas automáticamente por las personas y las circunstancias y olvidamos que esas reacciones son elecciones inconscientes ante esos estímulos.
Detenernos un momento y observar las opciones que podríamos tomar como respuesta, nos permite posicionarnos como observadores de la realidad, trayendo la situación a la consciencia. Sacándolo del inconsciente.
Esto otorga mucho poder en tu vida. La Kabbalah es un sistema de interpretación mística de la Torah, que te da claves secretas para co-crear una vida plena. La palabra Kabbalah, significa “recibir”. Nos enseña, lo que se llama la “resistencia espiritual”. Esta resistencia espiritual es “ir en contra de nuestra naturaleza”. Los kabbalistas dicen, que de esta manera, podemos volar. De hecho, los yoguis, levitan. Por lo tanto, es posible. Es escuchar tu alma, lo que dice tu voz interna ante una acción de un otro. Y ser siempre acción. No, reacción ante algo que sucede en lo externo.
Desde este lugar, es por ejemplo, cuando alguien te dice o hace algo y vos querés contestarle e insultarlo, debés callar. Mientras que por ejemplo, alguien hace algo, te dice algo y vos querrías callarte, debés hablar. La resistencia espiritual, es una de las formas más poderosas que hay de revelar LUZ. Porque ejerciendo esta técnica, vas a ver manifestados los milagros.
Cuando vayas a tomar una decisión, el Universo tiene el mecanismo para ayudarnos a tomar decisiones correctas espontáneamente, se relaciona con sensaciones del cuerpo.
¿QUÉ ME PRODUCE? ¿MALESTAR? ¿BIENESTAR?
Si sentís bienestar, la decisión es correcta. Si sentís malestar, no es el camino. Habitualmente, en el lugar donde lo sentís, se dice que es el lugar donde habita el alma, que es el corazón, que es el hogar de nuestros sentimientos.
Los sentimientos tienen tanto poder como la fuerza de la naturaleza; el agua, fuego, tierra, aire. El corazón es intuitivo, no se orienta a perder o a ganar. Es holístico, toma toda la información del campo cuántico.
Cuanto más conscientes seamos de nuestras decisiones y podamos mantenernos como observadores de nuestra propia realidad, como si tuviéramos una cámara en la que pudiéramos vernos, más opciones correctas podremos elegir.
¿QUÉ PASA CON EL KARMA PASADO?
Tenemos distintas opciones:
-
- Pagar deudas kármicas. La mayoría de las personas inconscientemente eligen esto e implica mucho sufrimiento, aunque en realidad, en el Universo nunca hay una deuda pendiente.
-
- Transformar o convertir el karma en una experiencia más deseable. Es un proceso, que mientras estás pagando la deuda, podés preguntarte: “¿qué puedo aprender de esto?”, “¿qué me quiere decir el Universo?”, “¿cómo puedo hacer para salir fortalecido de esta situación y que sea útil para el resto?”.
-
- La tercer manera de enfrentar el karma es trascendiéndolo, significa “independizarte” del karma. Es elevarte de forma tal, a través de por ejemplo la meditación, en que lo atravezás por arriba. Es como sobrevolar la situación. Generalmente nos quedamos entre la opción 1 y 2. La opción 3 requiere de mayor entrenamiento espiritual.
